Seguidores

viernes, 8 de julio de 2016

¿Qué hemos hecho en México?

Negociar y dialogar es otra cosa; es no llegar rendido ante el adversario...

¿Qué hemos hecho en México? Todo lo contrario; el adversario y sus representantes, llegan hablando fuerte y exigiendo el oro y el moro.

Hoy, no únicamente en México sino en varios países del mundo, está de modanegociar. Sin embargo, a pesar de ello, es posible afirmar que, muy pocos de los involucrados saben qué es eso y, lo peor, tampoco saben cómo hacerlo.
Usted podría decirme, mira, si no saben qué es negociar, ¿cómo pides que sepan hacer lo que no saben qué es? Tiene usted razón; en consecuencia, lo que todos los involucrados en una negociación digna de ese nombre deberían saber es: ¿Qué es negociar?
Una vez aclarado lo anterior, puedo afirmar que, uno de esos países, donde los funcionarios involucrados en eso que llaman negociación, carecen del conocimiento de qué es negociar, es México. De ahí que los desatinos de los funcionarios que se sientan a la mesa con el adversario y el consecuente agravamiento de los problemas, visto y padecido estos tres años y medio, se deban al desconocimiento de qué es negociar.
Los representantes del gobierno piensan, que negociar es, esencialmente, saludar a los representantes de la parte contraria, sentarse a oír o escuchar peticiones y exigencias incumplibles, las más de las veces absurdas, y después entregarles fuertes sumas de dinero, que calmarían la bitachera unos días. Antes de despedirse, fijan la fecha de la siguiente Mesa de Negociación o Diálogo y enseguida, los adversarios del gobierno se retiran a propalar, urbi et orbi, el éxito obtenido en lanegociación.
Sin embargo, para quitarnos la idea errónea de que eso es negociar, convendría comentar algunos elementos de lo que debe ser toda negociación donde estuviere involucrado el gobierno.
Lo primero, nunca debe el gobierno sentarse a la Mesa de Negociación con el adversario, si no está en la posición de mayor fuerza para lo cual, ha ejercido, ejerce y seguirá haciéndolo durante el tiempo que dure la negociación y aún después, el uso legítimo de la fuerza para hacer que la ley sea respetada por todos, muy especialmente el adversario que tiene al otro lado de la Mesa.
El adversario del gobierno debe llegar a la Mesa, en el entendido de que el Estado no juega a serlo, sino que lo es; además, debe entender y aceptar la realidad que encarna el Estado: la fuerza se usa, y no se duda en seguirlo haciendo. Debe entender también, que en la medida que no acepten ceder para poder ganar algo, la fuerza legítima del Estado y la ley, seguirán siendo los elementos centrales de la estrategia de los representantes de aquél. Nada de permitirle al adversario que retó al Estado, seguir haciendo de las suyas mientras en la Mesa exige esto o lo otro; la posición del Estado y la de sus representantes, jamás debe estar en desventaja.
¿Qué hemos hecho en México? Todo lo contrario; el adversario y sus representantes, llegan hablando fuerte y exigiendo el oro y el moro, y para colmo de la ofensa al Estado y su ridiculización, siguen violando la ley en la total impunidad.
Eso no es negociar, es rendirse antes de empezar a pelear. Si a esto agregamos que se deja a los adversarios los espacios mediáticos, tenemos la tormenta perfecta. De no corregir esta forma de negociar, la CNTE y la CETEG y los grupos de delincuentes que los apoyan, seguirán llevando al país hacia el abismo.
En consecuencia, a los funcionarios involucrados en toda negociación, les urge un curso intensivo en la materia pues de no llegar la Mesa en una posición de fuerza, sólo les quedaría entregar a los adversarios las llaves de sus oficinas.
¿Aprenderán? Lo dudo.

No hay comentarios.: